domingo, 27 de mayo de 2012

¿Estadio seguro?

El football es el deporte más popular del mundo en mi opinión, pero para algunos deja de ser solo un deporte sino un estilo de vida. Aquí en Chile es algo casi vital ser un hincha de un equipo de football, en mi caso el equipo el cual me siento un hincha es Deportes Concepción, un equipo local de la segunda división el cual es muy popular en la octava región. La gran mayoría elige equipos como Colo-Colo o Universidad De Chile, los cuales están en constante enfrentamiento y provocando desastres en la vía publica,destrozando estadios, lanzando objetos que molesten o interrumpan el partido, convirtiendo el hermoso espectáculo que nos brindan los equipos en algo que es realmente horrible, dejando sin explicación al acto enfermo que hacen estos supuestos hinchas que lo único que logran es  arruinar el deporte que a la gran mayoría del mundo le apasiona, pero esto ya no solo se ve de estos equipos sino por la gran mayoría de las famosas barras bravas y no solo es un problema nacional sino que nuestro vecinos, Argentina también son afectados por las famosas "barras bravas" en donde las cosas se ven peor por los actos de estos individuos.


Esperando que el gobierno reaccionara de la mejor forma pusieron en función el nuevo proyecto llamado "Encuentro Nacional de Seguridad en los Estadios" el famoso estadio seguro el cual el ministro del interior Rodrigo Hinzpeter asegura nuestra seguridad en sus dichos: “Lo que quiere el plan Estadio Seguro es brindar dignidad y calidad al espectáculo deportivo, a los partidos de fútbol. Sin duda que sin seguridad nunca vamos a poder tener un espectáculo digno, pero también tenemos que hacernos cargos de otros aspectos para que cuando un hincha vaya al estadio tenga la certeza de que los clubes, la Asociación de Fútbol, Carabineros y el Gobierno, cada uno en los ámbitos que le competa, va a estar proporcionando a ese hincha que paga una entrada, un espectáculo de calidad” esto afirmo el ministro, pero como hincha y fanático de este deporte me mantengo constantemente informado de lo que sucede en los torneos locales y el resultado de este famoso plan que resguarda la seguridad de los aficionados a este deporte es totalmente decepcionante, haciendo que el publico que asiste a los estadios pague las consecuencias del horrible acto de algunos pocos, por lo cual hace pensar que estos actos son premeditados por algunas personas de influencia, lo cual es muy decepcionante, ya que es casi imposible ingresar algo que pase inadvertido por la rigurosa y humillante revisión que hacen antes de entrar a los estadios. 


Esperando que este problema llegue a su fin, como hincha y fanático de este hermoso deporte que es el football, y envidiando los partidos de Europa en donde el estadio no tiene la necesidad de tener rejas, me despido y los dejo con este tema.





sábado, 19 de mayo de 2012

Yo no soy drogadicto (pero tengo luquita)

No es que realmente tenga en mi poder hojas de cannabis sativa (popularmente conocida como luquita). Es el coro de una canción de Juana Fe, en la cual se hace una apología al consumo de este estupefaciente y se reclama por su legalización. La idea de despenalizar el consumo de drogas (no solo la marihuana), no está presente tan solo en esta cumbia villera, sino que desde hace varios años es promovida por políticos, sociólogos, científicos, intelectuales y un largo etcétera, los cuales alegan que esto podría hacer que bajen de una vez por todas los índices de delincuencia, desaparezcan grandes bandas de crimen organizado, y se regule la situación de impuestos de este negocio. A simple vista parecen argumentos convincentes. Sin embargo ¿Cuál es la experiencia de los lugares en que se han legalizado las drogas?

En Holanda, país símbolo de la tolerancia a las drogas, el consumo de sustancias estimulantes triplica la media del resto de Europa, y durante las décadas de los 70 y los 80, se disparó el número de asaltos y secuestros, producto de la gran cantidad de gente que pasó de trabajar en el narcotráfico a la delincuencia común. Hoy, esta gente se ha estabilizado, gracias a un nuevo negocio: el turismo de drogas, cuyo descontrolado crecimiento ha hecho que los holandeses se replanteen en los últimos 10 años la legalidad total de los narcóticos.

Creo que todos concordamos en que los efectos sociales de las drogas anteriormente descritos no son buenos, como obviamente no lo son sus efectos físicos, pero tampoco parecen serlo las consecuencias de su total prohibición, incluyendo las drogas que para nosotros son lícitas (el alcohol y el tabaco). Sólo basta recordar el E.E.U.U. bajo la ley seca: contrabando, mafiosos y muertos por todas partes.

¿Qué hacemos entonces con esta problemática de las drogas? Simple. A nivel de legalidad, nada. Dejemos las cosas como están. No podemos permitirnos legalizarlas todas por el riesgo de aumento en el consumo que implicaría, pero tampoco prohibir las que ya son legales, pues causaría un verdadero caos social. La verdadera  solución es mucho más profunda, porque tiene que ver con cambiar el sistema de vida actual de las personas, en las que el estrés, exceso de trabajo, competitividad e individualismo hacen buscar en las drogas una salida fácil y rápida, llámense estas alcohol, cigarro, marihuana, coca, o lo que sea.

Les dejo como material de apoyo una columna de un personaje que personalmente me cae pésimo, pero que en esta ocasión, revisando información sobre este tema, estuve de acuerdo con él, el sociólogo Fernando Villegas (el chascón de Tolerancia Cero).

miércoles, 9 de mayo de 2012

Música Callejera




Todos en algún momento de nuestras vidas, hemos oído al pasar por las calles, algún conjunto musical, y no precisamente conjuntos de música envasada, sino que melodías entonadas por artistas callejeros, los cuales están allí día tras día, entregándonos su talento, transformándonos por un momento en pasajeros de su arte. 

Aquellos cantantes y músicos que nos entregan un trozo de su alma, están allí por diversas razones, tales como perfeccionarse ante el público para adquirir mayor maestría, por asuntos monetarios o simplemente, para buscar una plataforma que los lleve a poder consolidarse y mostrar su talento. Sin embargo, alguna vez se han preguntado qué sabor tendrían los paseos peatonales si ellos no estuviesen ahí. Sería un ambiente totalmente monótono, perdería cierto espacio de cultura y no tendríamos la posibilidad de detener nuestros ajetreados pasos para admirar la destreza con la cual estas personas logran tocar la guitarra, el violín, la quena, el bombo, la flauta, el bajo y una infinidad de instrumentos que pocos de nosotros alguna vez tendremos la posibilidad de tocar de la misma manera.

Nuestra sociedad en general necesita espacios de cultura, y no sólo para disfrutarla como espectadores, sino que también lugares para aquellos que pueden entregárnosla. Entonces, si el país no posee el capital para crear teatros, o espacios hechos únicamente para artistas que no poseen los medios para llegar a surgir dentro del ambiente del espectáculo (que conste que no por falta de talento, puesto que eso les sobra) ¿Por qué negar un rincón de nuestras calles a personas que de cierta forma, solo nos cultivan mediante lo que pueden provocar en lo más profundo de nuestro ser? 

La calle y plazas públicas, desde el comienzo de nuestra vida en sociedad, ha sido cuna de poetas, músicos, bailarines, que se instruyen de la manera más humilde, de la manera más cercana al público y de la manera más fiel a su propia vocación y talentos, lejos del marketing y de los arreglos que le quitan el real valor a lo orgánico, arreglos monetarios, de voz y talento, que van en busca de una imagen que sea digna de devoción por ciertos grupos etarios. 

Entonces, si somos capaces de admirar a las estrellas creadas por las agencias de "talento" ¿cómo no somos capaces de alentar a un artista que ha sabido valerse por sus propios medios?

Es ahora cuando debemos comenzar a tomar conciencia sobre ciertos proyectos de ley que intentan arrebatarnos un poco de nuestra identidad, que miran en menos a las personas que ejercen honradamente un oficio como cualquier otro y que nos quitan la posibilidad de tener un espacio tangible para admirar a nuestros compatriotas, un espacio que debería ser libre para aquellas actividades que no son perjudiciales para nadie y que por el contrario, son un beneficio para todos. Estas decisiones a nivel país, en vez de alentar las aptitudes, solo fomentan que cada vez nos alejemos mas de la música libre... que no posee mas plataforma que la que las calles y sus dones les pueden entregar.

Aquí les dejo un vídeo de un grupo llamado "Fuga", que realmente merece nuestra atención por la calidad musical que han llegado a adoptar en los años que llevan tocando en el mejor escenario del mundo, la calle.