Bono marzo, bono por hijo, bono invierno, son sólo tres de la gran cantidad de bonos que se han creado dentro de los últimos años. Ya se ha hecho costumbre, algo casi innato dentro de todos los gobiernos que han sucedido en Chile. Estos bonos sociales, son destinados a aligerar un poco las necesidades de la población con menos recursos, o simplemente, si lo interpretamos de ese modo, una forma de quedar bien ante el país, para aparentar empatía respecto a sus problemas y así, aumentar la sensación de bienestar y sumar unos cuantos puntos en las encuestas.
Sin embargo, a pesar de que se dice que la intención es lo que vale, por más que sea para alivianar un poco la carga económica de las familias, sólo cumplen una función parche dentro de un problema mayor. Un problema que, con estos bonos, no es atendido de manera definitiva.
Esto es, la mala distribución de los ingresos y la falta de políticas claras para enfrentar la pobreza y las necesidades de la comunidad.
Si bien se reconoce que no es un tema fácil de resolver, tal vez si se ocupara más tiempo ideando un plan de acción respecto a estas problemáticas que el tiempo en que las cámaras de diputados y senadores se demoran en aprobar estos bonos y todas las demás leyes que Chile necesita, no seguiríamos discutiendo este tipo de temas.
A partir de julio, se comenzará a repartir un nuevo Bono Solidario de Alimentación, a causa de las notorias alzas de precios en los mismos ¿no se debería regular esta situación, considerando que no hay razones de peso para que el costo suba de manera excesiva?... aquí les dejo una página que hace mención a él, también existe una columna de opinión, por si alguien se interesa en comentar. Saludos!
