domingo, 24 de junio de 2012

La máquina del miedo

 Nuestras sociedades, países o instituciones (o mejor dicho, quienes los gobiernan) pueden decir que la dinámica de la vida humana está basada en diferentes valores y sentimientos "nobles": el amor, la justicia, la honestidad, la solidaridad, etc. Sin embargo, el gobernante supremo de nuestra existencia es otro: el miedo. Basta que nos detengamos un par de segundos a pensar, para que nos demos cuenta de que este sentimiento ocupa un lugar privilegiado en las decisiones que tomamos. 

 Desde pequeños nos enseñan a NO hacer tal cosa porque nos hará daño, a No hacer esto otro porque nos van a castigar, a NO tomar algo porque es "caca" (por alguna razón desde siempre nos relacionan los malo con las deposiciones biológicas). Luego, cuando somos un poco más grandes, tenemos que estudiar por miedo a que nos vaya mal, fracasemos y seamos unos pobres diablos, elegimos lo que queremos estudiar con el miedo constante a no tomar una buena decisión,  no tener trabajo a futuro o tener malas expectativas de sueldo. Cuando se llega a la adultez, adivinen qué aparecen: más miedos. A tomar una mala decisión a la hora de formar una pareja, a no cumplir con las expectativas que se forjó el resto en torno a nosotros, a ser malos padres, a perder el trabajo, a no poder subir aunque sea un poco en el escalafón social. Cuando se es anciano, se acerca ya el último y mayor de los miedos, el miedo a la muerte. De esta manera, el ser humano respira temor hasta el último segundo de su existencia en esta tierra.

 Está más que claro que el miedo es una herramienta natural para estar prevenidos ante el peligro, pero en ningún caso debe transformarse el único sentimiento que guíe nuestras acciones, porque sí es así, los problemas del mundo se harán eternos. Necesitamos superar esta barrera para darnos cuenta de que muchas cosas que habitualmente nos conmueven pero aun así las dejamos tal cual, tienen una solución real y alcanzable por nuestras manos.

 Como apoyo, dejo un artículo sobre el miedo del escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano, autor de uno de los ensayos más monstruosos, en el buen sentido de la palabra, sobre nuestro continente: "Las venas abiertas de América Latina". Espero que puedan leerlo y meditar un poco en torno a él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario